La campaña debía contextualizar al público y darle a entender la importancia de Víctor en el escenario musical de la ciudad, el valor emocional y económico que estos objetos tenían y nuestra oposición a un acto sumamente violento.
Para finalizar la campaña se hizo un sorteo de obras de arte, objetos de diseño, entre otros, de donaciones hechas por los amigos de Víctor.